Durante la ejecución del proyecto “La Tingua Viva”, la metodología de trabajo se soportó en el encuentro, la participación activa y la acción a través de la construcción del Podcast “Tingualgo que contarte” y el sistema de riego a partir la bici máquina, con el objetivo de crear una propuesta colectiva articulada con la red de huertas comunitarias del Humedal La Tingua Azul explorando la apropiación de tecnologías que contribuyen al cuidado del medio ambiente.

Se desarrollo mediante 5 fases planteadas:
Se realizó la sistematización del proyecto a través de dos productos, uno a través de la creación del podcast “Tingualgo que contarte” entrevistas y por otro lado mediante el registro audiovisual con el objetivo de documentar y evidenciar el proceso de laboratorio desde la fase de diseño hasta la de construcción, tanto de narrativas como de prototipos.
El proceso de sistematización de dicha información está conformado por el análisis y la observación empírica, donde la etnografía de las voces colectivas nos permitió definir las categorías de estudio y la construcción de un guio como ruta investigativa.
De esta manera se buscó reconocer las prácticas, usos y experiencias de conocimiento tradicional asociado a la protección del medio ambiente (en todas las dimensiones como objeto) y disponer dicho contenido en un lenguaje interactivo y abierto que permita seguir construyendo preguntas y saberes entorno al valor cotidiano de las bici-máquinas como herramienta para vivir y compartir.
Desarrollamos de manera colectiva una serie de talleres para construir prototipo de bici bomba de agua para construir un sistema de riego que sirva a la huerta comunitaria La Revhuerta, a la vez que se consolide como un prototipo que proponemos como un respuesta una necesidad, aportando desde la bici maquina autosuficiencia a través de la energía colectiva.

Se realizaron transferencias de conocimiento poniendo en valor el aprendizaje de forma colectiva mediante laboratorios para la exploración material que permitió llegar a la construcción de la bici máquina después de pasar por ejercicios pedagógicos que permitieran entender los principios decantados de una bici bomba de agua. De esta manera pasamos por la construcción de mini bombas de agua a escala reducida, bombas de agua manuales y de hidrolavadoras caseras con tubos de pvc, con el fin de entender los principios de funcionamiento de la bicibomba de agua para implementar un sistema de riego autogestionado en la huerta comunitaria de La Revhuerta da cuenta de la intención del proyecto de abordar las tecnologías apropiadas desde una aproximación teórica y práctica.

Aunque el humedal La Tingua azul es un territorio con un gran potencial biótico, ha sido estigmatizado por varias problemáticas sociales relacionadas con el miedo, el microtráfico, las dinámicas de acopio de escombros, la quema forestal, la tala masiva y contaminación de las fuentes hídricas, entre otras situaciones que convergen en este hábitat natural urbano. Allí, los vecinos se han ido adaptando a esas formas de vida atrofiadas dadas con el tiempo. El podcast “Tingualgo que Contarte” es el resultado del trabajo investigativo realizado en torno a la defensa del humedal con el objetivo de documentar y construir un producto sonoro que haga parte de la memoria que se construye en torno a los espacios naturales en la ciudad.
Localización:
Bosa 07, Kennedy 08, Bogotá, Colombia.

Barrios:
Nuevo Chile Olarte, Villa del Rio, Timiza

Colectividadades aliadas:
La Revhuerta, Colectivo Tingua Azul, Aula ecológica ambiental La Tingua Azul, Bacatá Parlante.

Año:
2022 II semestre
Se estableció de manera conjunta con la huerta comunitaria La Revhuerta una ruta de uso y cuidado del sistema de riego implementado a partir de la Bicibomba de agua, con el objetivo de implementar programas pedagógicos mediante la bici máquina con las instituciones educativas y organizaciones sociales inmediatas al humedal.

Se consolidó una red de apoyo y trabajo en torno a huerta comunitaria La Revhuerta con el objetivo de replicar y pensar nuevos sistemas que puedan responder a las necesidades de las huertas urbanas.

Alianzas con organizaciones del sector público, privado y organizaciones artísticas y culturales que desarrollan procesos comunes.
Se conformó un grupo de vecinos articulado con la red de huertas comunitarias del Humedal de la Tingua Azul interesado en desarrollar iniciativas frente al funcionamiento del sistema de riego.

Es importante resaltar que el trabajo de La Revhuerta viene desarrollando hace más de dos años en el territorio, lo cual es reflejo de su compromiso, apuesta y constancia como organización siendo conscientes de lo difícil de abordar el trabajo comunitario desde la huerta urbana, por lo tanto la sostenibilidad del proyecto está ligada directamente al trabajo y el proceso de la huerta, esperamos que consolidar el sistema de riego, pueda aportar desde un escenario meramente técnico, al funcionamiento y al crecimiento de las plantas y el proceso organizativo alrededor de la huerta y lo comunitario.
Uno de los problemas de mayor importancia a nivel mundial es el cambio climático, atribuido a las emisiones de dióxido de carbono generados principalmente por la combustión y la agricultura. Al mismo tiempo, según el IDEAM (2020), en Colombia los costos ambientales asociados a la contaminación atmosférica durante los últimos años se incrementaron pasando de 1,1% del PIB de 2009 ($5,7 billones de pesos) a 1,59% del PIB de 2014 ($12 billones de pesos) y del 1,93% del PIB en 2015 ($15.4 billones de pesos), lo cual pone en evidencia la necesidad de seguir implementando estrategias para controlar, evaluar y monitorear la calidad del aire que se respira.

Por otro lado, según Bonilla, Morales y Aravena (2021) en el estudio ‘Análisis de desigualdades múltiples y políticas de reducción de la contaminación’ la distribución de la calidad del aire en Bogotá es desigual puesto que solo el 10 % de sus habitantes respira un aire de mejor calidad, superando las inequidades económicas o sociales. Al mismo tiempo, se resalta que los habitantes más afectados son los pertenecientes a las localidades de Ciudad Bolívar, Kennedy y Bosa, ubicadas en el suroccidente de la capital en donde se evidencian los niveles socioeconómicos más bajos.

Por otra parte, frente a la crisis ambiental asociada al consumo inconsciente de energía que se vive actualmente, esta propuesta considera necesario tomar medidas encaminadas al sostenimiento y preservación de ecosistemas naturales en entorno urbanos, ya que estos se presentan como un punto de equilibrio ambiental en grandes metrópolis como Bogotá.

En el caso de Bogotá, hasta el 2021 estaban reconocidos 15 humedales, para el 2022 se incorporan dos territorios, incluyendo “La Tingua azul”, reconocido bajo la categoría de reserva distrital de humedal por el decreto 555 de 2021. Allí se establece como una franja de meandros ubicados sobre la cuenca media-baja y a lo largo de la ronda hídrica del río Tunjuelo la hace parte de su llanura de inundación y de la zona de manejo y preservación ambiental. Cuenta con una extensión de 37,15 hectáreas que limita al sur con los barrios Villa de Río y Olarte, al oriente con el barrio Tundama, al occidente con el barrio Jaqueline y al norte con el barrio Boitá.

Aunque el humedal La Tingua azul es un territorio con un gran potencial biótico, ha sido estigmatizado por varias problemáticas sociales relacionadas con el miedo, el microtráfico, las dinámicas de acopio de escombros, la quema forestal, la tala masiva y contaminación de las fuentes hídricas, entre otras situaciones que convergen en este hábitat natural urbano. Allí, los vecinos se han ido adaptando a esas formas de vida atrofiadas dadas con el tiempo.

Objetivo: Fortalecer el potencial ecosistémico del humedal ̈La Tingua Azul ̈ junto con la red de huertas locales y la comunidad inmediata, a través de laboratorios de exploración de materiales y narrativas, así como, encuentros territoriales enfocados en la generación de energías limpias a escala reducida, con el fin de tejer conciencia colectiva de cambio y cuidado del territorio desde la autogestión.
Durante la fase reconocer, iniciamos la aproximación al territorio partir del mapeo y las entrevistas, donde se identificó de manera colectiva los espacios significativos y resignificados desde el trabajo comunitario, con la intención de documentar y más adelante organizar una intervención simbólica mediante señalética construida entre todos durante las jornadas de laboratorio que finalmente se instaló en diferentes lugares del Humedal. Es una iniciativa que se planteó con la posibilidad que se replique y siga dando de forma progresiva, con la identificación de zonas controversiales dentro del espacio.

Adicionalmente las postales sonoras que consolidan el podcast “Tingualgo que contarte”, son el producto de la investigación a través de 4 categorías donde se intenta responder de manera colectiva preguntas sobre el humedal: (¿Qué es?, ¿quiénes son sus vecinos?, ¿cuáles son las controversias que lo rodean? y ¿Qué recuerdos hay sobre el humedal?), con el objetivo de movilizar la memoria cultural y ambiental de localidad. Durante la ejecución de La Tingua Viva” se propusieron pedagogías para el cuidado de los ecosistemas naturales y culturales, comprendiendo el aire como recurso de equilibrio y fuente de vida que proviene del entorno natural del que hace parte el humedal de la Tingua Azul.

Y finalmente en las fases vivir y compartir, Nos movilizamos como un circuito pedagógico itinerante por la localidad en las instituciones educativas IED Colegio de la Bici, IED Ciudadela Educativa de Bosa y la Plaza de la universidad Distrital en el Porvenir, realizando muestras culturales, amplificando las voces colectivas de los procesos territoriales a través de las postales sonoras y exhibiendo parte de los resultados de los laboratorios de creación en el espacio público.

Durante el proceso La Tingua Vivase fortaleció la relación entre la comunidad y las organizaciones consolidando una red colaborativa multidisciplinar, que nos permitió consolidar procesos de autogestión por colectividades por medio del trabajo participativo en el espacio público


ENTREVISTAS
PROYECTOS
INICIO
Las fases saber y hacer se combinaron ya que el planteamiento de jornadas de taller desde lo teórico y lo practico permitió abordar los principios para la autoconstrucción de la bici máquina y la estructura de base para la construcción del guion narrativo y las entrevista. De esta manera se propuso la construcción de prototipos con bicicletas en bambú que funcionan como bici-máquinas, entendidos como instrumentos cinéticos que utilizan esta energía para activar dispositivos que contribuyen con la generación de energías limpias a escala humana y permiten reducir el impacto generado directamente sobre el humedal de La Tingua Azul.

Reconociendo la importancia de los ecosistemas naturales urbanos y de acuerdo con Jorge Escobar director de la Fundación de Humedales de Bogotá se entiende que “Los humedales capturan el dióxido de carbono y generan oxígeno. La mayoría de estos ecosistemas tienen bosques que realizan esa purificación del aire. Además, el cuerpo de agua, con sus plantas acuáticas, también soporta esa producción de oxígeno. Por eso, su ubicación en el espacio urbano es estratégica para la mejora de la calidad del aire”.

Por lo anterior y frente a la escasez de fuentes comunes de generación de energía, nace la idea La Tingua viva, que conjuga la creatividad, ingenio, reciclaje y sustentabilidad con la intención de reconocer, valorar y cuidar el territorio como estrategia que permita mejorar la calidad del aire. Por otra parte, es común relacionar el uso de la bicicleta con la idea de un desarrollo sustentable del transporte en las ciudades, desconociendo que la utilización de este dispositivo es más útil de lo que vemos en la cotidianidad.

Para ello se propone la construcción de prototipos con bicicletas en bambú que funcionan como bici-máquinas, entendidos como instrumentos cinéticos que utilizan esta energía para activar dispositivos, herramientas e incluso electrodomésticos, que a su vez contribuyen con la generación de energías limpias a escala humana y permiten reducir el impacto generado directamente sobre el humedal.
Adicionalmente el ejercicio del reciclaje y transformación de materias primas a través de artefactos autoconstruidos permite concientizar, educar e informar a las comunidades aledañas al humedal sobre el uso de la tecnología a Pedal como un elemento de producción eco-sostenible para su comunidad. De esta forma, no sólo contribuyen a la economía y la productividad, sino que también intervienen en la salud y la conservación del medioambiente y entorno ecológico de las familias, ya que la realización de proyectos locales a escala reducida podría ser considerada como una primera medida respecto a la escasez de este recurso.
La construcción de dichos artefactos se complementa con pedagogías para el cuidado de los ecosistemas naturales y culturales, comprendiendo el agua como recurso de equilibrio y fuente de vida que proviene del entorno natural del que hace parte el humedal de la Tingua Azul. Este ejercicio tiene un enfoque teórico - práctico que permite abordar el ensayo-error como parte del proceso de aprendizaje.